Codex Gigas| El misterio detrás de "la Biblia del Diablo".

 Por: Redacción.

Es innegable la fascinación de los hombres por lo oculto, aquello que está fuera de nuestro entendimiento, existen un sinfín de relatos de esta clase, historias de eventos paranormales, eventos que escapan de las leyes de la naturaleza y la razón, el Codex Gigas es un ejemplo de ello, un libro tan raro como inquietante, tan misterioso como fascinante, este es quizá uno de los libros más misteriosos que bien vale la pena conocer.

Después de un largo peregrinar por varias partes de Europa, el Codex Gigas tiene su residencia en la Biblioteca Nacional de Suecia, en Estocolmo, capital sueca, este peculiar libro, debido a su antigüedad, requiere de ciertos cuidados para su durabilidad, mismos que la institución sueca se esmera en cumplir al pie de la letra.

El término "Codex Gigas" se traduce del latín como "libro grande", esto debido a las grandes proporciones del mismo, siendo éste mucho más grande que los libros convencionales, con más de 90 centímetros de largo, 50 de longitud, 22 de ancho y 72 kilos de peso, el famoso código llama la atención del admirante, pero no son sus impresionantes medidas lo que lo hacen tan valioso, sino lo que sus más de seiscientas páginas cuentan.

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Sus hojas no son de papel, como los demás libros del medievo, sino que son de piel de burro, se calcula que para poder crear este gigantesco libro, se tuvieron que emplear las pieles de unos ciento sesenta burros, gracias a que sus páginas no son de papel común y corriente, sino de piel de burro, el libro se ha podido consevar por más de ochocientos años, desde su creación en el siglo XIII hasta nuestros días, sin duda, el propósito de su creador.

La leyenda cuenta que en el monasterio de Podlažice en la República Checa se encontraba apriosionado un monje, de nombre Inclusus Hermanus Monachus, más conocido como "Hernán el recluso" quien acababa de ser condenado a ser emparedado vivo, un castigo popular de la época, temeroso y desesperado por salvar su vida, el monje propone al abad un trato, a cambio de su libertad, él escribiría el manuscrito más grande que ningún hombre haya hecho jamás, donde relataría el conocimiento más importante de su tiempo, simplemente, una tarea imposible de cumplir, el abad aceptó el trato hecho por el monje.

Para los monjes benedictinos de la época, la vanidad era un pecado grave, puesto que según los principios de la orden de San Benito, los monjes debían de vivir en condiciones verdaderamente precarias, en muchas ocasiones llegando a extremos inhumanos, estos monjes, que bien podrían pasar como fanáticos religiosos, eran excesivamente duros consigo mismos, castigándose con latigazos para evitar malos pensamientos, sometiéndose a ayunos largos, durmiendo en el suelo por la noche y todo el día en oración, su afición llegaba a tales extremos que, incluso, había quienes se castraban para evitar caer en la tentación de la lujuria. Con estos antecedentes, no es de extrañar que al ser acusado como vanidoso, los monjes le impusieran un castigo que sirviera de excarmiento a los demás monjes.

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El hombre, dándose cuenta de que su tarea, impuesta por él mismo, sería imposible de cumplir, hace un pacto con lo único que podría ayudarlo a hacerlo, oró, implorando la intervención divina, pero su Dios no le respondió, viendo como se le iba agotando el tiempo, se le ocurrió que si Dios no le hacía caso, tal vez habría alguien que sí lo escucharía, de esta manera pactó con Satanás, el llamado "príncipe de las tinieblas" aceptó el trato, pero, aprovechándose de la desesperación del hombre, puso dos condiciones, la primera sería que su alma le pertenecería para toda la eternidad, y la segunda, que la imagen de Lucifer aparecería en una de las imágenes del libro, misma que está ilustrada en la página 290 del libro.


De esta manera, el monje, ayudado por Satanás escribió un gigantesco libro, cumpliendo con su promesa, pero lo que contenía dejó atónitos a los demás monjes, quienes lo último que esperaban encontrar en el libro era un retrato del demonio y una serie de textos malditos, llenos de hechizos y conjuros, revueltos con textos médicos y bíblicos.

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Resulta ser muy inusual que en medio de los evangelios de la Biblia aparezca un retrato de Lucifer, a quien se le menciona y ataca en inumerables pasajes bíblicos, el antagonista del libro más leído en la historia de la humanidad, aun no conforme con eso, el monje no solo incluyó la imagen de Satanás en la Biblia, también alteró los textos bíblicos.

A la muerte de Hernán el recluso, el monasterio benedictino quebró, una serie de enfermedades y eventos desafortunados acabaron con el recinto que, de por si no era grande ni poseía de muchos recursos, los monjes tuvieron que empeñar el Codex Gigas, que empezó su recorrido por varios monasterios, a donde fuera que llegaba el libro, inmediatamente empezaban a suceder eventos inexplicables, los guardias que cuidaban de él decían tener una desesperación inigualable, no solamente le tenían miedo al libro, sino pánico, su sola presencia les hacía sentir terriblemente mal.


El misterio del Codex Gigas no solamente se limita a qué es lo que contiene, se sabe que debido a sus textos e imágenes, quienes lo han leído han tenido severos problemas mentales, enfermedades que aparentemente surgieron de la nada, no está disponible para el público en general, puesto que podría ser empleado para fines malvados, está celosamente guardado en una bóveda de la Biblioteca Nacional de Suecia, pero, aun más grande es la incógnita de quién escribió el libro, aunque sí está disponible por medios digitales.

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Según la leyenda anteriormente relatada, fue el monje benedictino el que escribió el Codex Gigas, pero, dejando las leyendas del Diablo de lado, la pregunta parece tener una respuesta impresionante, no cabe la menor duda de que el libro está hecho con pieles de burro, más de 160 ejemplares, lo cual hubiera sido excesivamente caro para un monasterio tan empobrecido como en el que vivían los monjes benedictinos, además de que, para poder escribir el libro, hubieran tenido que emplear más de 35 litros de tinta, misma que se extraía de los insectos, miles y miles de insectos.

Los expertos en grafología y caligrafía han estudiado con detenimiento el libro, dejando de lado la supuesta maldición del libro, llegando a la conclusión de que el libro fue escrito en su totalidad por una sola persona, todos los textos, todos los dibujos corresponden a un solo hombre, quien debía de ser uno muy ilustrado para conocer sobre tantos temas y poseer una ortografía impecable, tanto así que en todo el libro no hay indicio alguno de errores, quien sea que haya escrito el libro, lo hizo sin cometer ni un solo error.

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Es aún más sorprendente que los estudiosos han llegado a la conclusión de que para poder escribir un libro de tales proporciones como ese, el autor tuvo que haber empleado al menos 30 años de su vida, ya que escribir si quiera una página demoraba bastante por la preparación de los renglones de las columnas, la caligrafía, dibujos y demás detalles, además de la preparación de la piel de burro sobre la que se escribiría, y la tinta que se usaría. 

Conforme pasa el tiempo se dice que la caligrafía envejece, se va deformando conforme pasa el tiempo, la letra de niño no es la misma que la de un muchacho o la de un anciano, si el autor demoró tres décadas en escribirlo, su caligrafía tuvo que haberse deformado, pero no es así, desde la primera página hasta la última la caligrafía es la misma, no envejece, lo cual no hace sino incrementar el misterio del autor del libro.

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Sin contar que, hace ochocintos años, la esperanza de vida era mucho menor a la actual, en aquella época los hombres solían vivir unos 40 años, el autor debió haber empleado al menos tres cuartas partes de su vida, comenzando a los diez años, algo que hubiera sido imposible, pues por la caligrafía y conocimientos, se cree que el autor debio haber sido una persona madura y con amplia experiencia.

Sin lugar a dudas el Codex Gigas es un misterio, y como todo misterio ha dado lugar a un buen número de teorías alrededor de él, no se sabe quién es el verdadero autor o con qué propósito lo hizo, si de verdad fue un monje benedictino quien lo escribió ¿por qué utilizó tantas imágenes y referencias demoniacas? Hay quienes dicen que pudo tratarse de una crítica o venganza del monje en contra de su propia iglesia, pero ese es una pregunta que probablemente nunca tenga una respuesta acertada.

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